El 23 de junio pasado se realizó en la ciudad de Rockville, en el estado de Indiana, la 2ª edición del agBOT Challenge, que reúne a innovadores, inversores y emprendedores en un mismo lugar y donde se mostraron las últimas innovaciones de equipos robóticos sin tripulación para la agricultura.
La primera edición de este evento se realizó en 2016, contó con la participación de 15 equipos y estuvo compuesta por dos hackatones, la Next Gen Expo, donde más de 1000 jóvenes líderes participaron en un tour guiado con los equipos participantes, y un evento principal donde los equipos mostraron su equipo robótico sin tripulación con capacidad de sembrar.
Para esta segunda edición se realizaron las competencias "Seeding Challenge", donde siete equipos presentaron sistemas robóticos capaces de plantar semillas de forma automática y el "Weed & Feed Challenge", donde 11 equipos crearon sistemas robóticos capaces de identificar, erradicar y de forma autónoma malezas de las plantas.
Por su parte, en la Next Gen Expo 2017, que forma parte del evento, los asistentes pudieron presenciar exhibiciones interactivas de los principales patrocinadores y participantes, recorrer la muestra, conocer a los equipos de innovadores y conocer más acerca de las nuevas tecnologías disponibles para el agro.
El evento mostró lo que los avances en los drones, la robótica y la inteligencia artificial puede lograr con mayor alcance de internet. Lo que se trata de generar con este tipo de iniciativas es sensibilizar acerca del gran reto que es llevar la inteligencia artificial y el aprendizaje autónomo de las máquinas, conocido como "machine-learning", a la toma de decisiones. Esto tendrá un amplio rango de efectos e impactos, que van desde que el productor podrá tener toda la información desde su celular acerca de sus cultivos y su tratamiento, hasta la seguridad alimentaria de un consumidor.
Recientemente visité una exposición sobre robots que se realizó en el Parque de ciencias de Granada (España). Se trata de una muestra y espacio de experimentación recorriendo la evolución de la robótica en diferentes industrias, por ejemplo la biotecnología. En esta exposición se pone al desnudo las implicancias de sí se podrán distinguir los robots de los humanos o cómo será la relación humano-máquina en el futuro. El progreso tecnológico nos enfrenta a grandes desafíos sociales, ya que no sólo se trata de ver cómo se sustituye trabajo, aumentando la productividad, sino también hasta cómo están planteando algunos países la posibilidad de generar un ingreso universal.
Se dice que los robots están robando los trabajos del ser humano. Sin embargo, la relación entre la automatización y el empleo no siempre es directa. Una gran tendencia es el crecimiento de "robots colaborativos", máquinas más pequeñas y más adaptables diseñadas para trabajar junto a los seres humanos. Además, al mejorar la productividad, la automatización a veces puede crear nuevos puestos de trabajo para los seres humanos, o al menos reubicarlos. La adopción de robots ha hecho que sea económico para algunos fabricantes de países con altos salarios reubicar la producción que sostienen en países más pobres. Tal es el caso de Alemania. Cuando en un viaje que realizamos hace dos semanas allí, organizado por la Cámara de Comercio Alemana en la Argentina, junto a una delegación de jóvenes empresarios argentinos nos reunimos con Matthias Wismann, presidente de la cámara que representa a la industria automotriz y ex ministro de Transporte de ese país, él sostuvo al igual que muchos otros líderes que conocimos que los robots en lugar de ser una amenaza son una oportunidad para ese país.
La robótica ya ha sido de gran ayuda en áreas tan importante como la medicina, donde ya se realizan cirugías y terapias de rehabilitación con este tipo de máquinas, como en muchas otras industrias. Y el agro no es la excepción, ya que ya hemos visto casos, por ejemplo, de cómo los robots permiten la detección y clasificación de malezas en el lugar y decidir de manera mecánica qué acciones tomar para tratarlas. A futuro, los robots también podrán retroalimentar datos sobre la estado de los suelos, cosechas y de las enfermedades mientras llevan a cabo sus operaciones. Esto permitiría, sin ninguna duda, tomar mejores decisiones de gestión impulsadas por la información específica en tiempo real.
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